La regla de oro de la Confianza

 

Hablemos sobre que es sentir confianza. 

¿En que momento sientes confianza en ti mismo? ¿Solamente en los momentos buenos? Y ¿Qué pasaría si la pierdes?

Todo el mundo en su vida, tenemos anti-bajos, como se dice ahora. Lo peor que puedes hacer en estos casos es compararte con el mundo exterior, ya que puede generar sentimientos de inferioridad y autoestima baja. Sin embargo, tienes que volverte más fuerte, y luchar por lo que en verdad sientes dentro. Escribir me hace comunicarme, eso me lleva a que sienta un poquito de confianza en mi. El ser humano, puede cambiar las veces que sea necesario para conocerse y saber lo que realmente quiere. Hace un tiempo, tuve un anti-bajo y perdí esa confianza en mi misma. Pero porque en un momento me hicieron creer eso, no que me levante una mañana así y listo. 

Aprendí una lección importante, la comunicación clara y efectiva también es una herramienta importante para aumentar la confianza en ti mismo. A parte de expresarte, puedes quedarte tranquilo con tu verdad, sin importar lo que piense los demás. Yo pueda que no siempre me exprese claramente, pero cuando lo hago, la otra persona se da cuenta tarde y que la hace aceptar la realidad, por suponer otras ideas sobre mi, que no eran ciertas claro, en estos casos lo único que queda es alejarse. 

Yo siempre aprobé la soledad, no me haría daño pasar un tiempo conmigo misma. Por eso, sigo adelante y mi consciente me dice que es algo temporal. Simplemente volvemos a cambiar la perspectiva y sanar todas las sombras o molestias que sienta el cuerpo. No nos damos cuenta, pero nuestro cuerpo a veces nos quiere decir algo, por eso importante saber cuidarlo. Solo vemos el exterior del cuerpo y nos olvidamos la mayoría del interior, porque el ser humano esta acostumbrado a que si no ve algo no lo cree. 

¿Alguna vez has escuchado oír sobre la regla de oro de la confianza? Es que no debes esperar a sentirte confiado. No esperes a sentirte preparado antes de empezar algún propósito, porque te quedarás esperando toda la vida. Actúa sin confianza, y la confianza vendrá a ti. Te pongo un ejemplo: si aprendiste a ir en bicicleta, imagino que al principio tendrías miedo de caerte. Pero no esperaste a vencer ese miedo a sentirte totalmente seguro antes de subirte a la bici: te montaste en ella y poco a poco fuiste sintiéndote más confiado. 

Evita convertir la confianza en un objetivo en si mismo.