Así que empezaremos a darnos cuenta de los pequeños detalles que la vida nos ofrece.
Tengo la sensación de que vivo en un mundo diferente a los demás, es decir. Desde que empezé a cuidarme y tenerme como prioridad, aprendí también a observar a todo lo que me rodea.
Gente por la calle, niños, ancianos, de todo.
Y pude reconocer que hace un tiempo era como ellos, cuando yo dejaba que la rutina me controlará a mí y no yo poder tener el control de mi propia vida.
Actualmente, tengo la suerte de tener otra perspectiva y poder decidir lo que quiero y lo que no.
De tener en mis manos esa decisión valiosa, me provoca no poder (deseo), sino placer. Para poder elegir bien hay que ser también humilde en la vida.
Cada persona sabrá que le conviene mejor.
No paro de descubrir situaciones nuevas y eso me llena mucho por dentro. Porque perdi mucho tiempo en enfocarme en quejas que al final no me llevaban a nada.
Solo me traían estrés, mal estar en todo el cuerpo, no tomaba buenas desiciones, etc.
Ahora me puedo quedar con lo aprendizaje del día a día, vivir el presente, rodearme o elegir con las personas que realmente quiero. Y no por quedar bien o satisfacción al otro.
Y uno cuando pasa malos ratos en la vida, es cierto que aprendes pero también creces por dentro y por fuera. Te vuelve otra persona mejor en todos los aspectos de la vida.
No es fácil, no te voy a mentir, es un duelo muy profundo con tu yo interno. Encontrarás de todo abajo de la alfombra, sino lo sacas, no podrás relamente saber lo que la vida tiene para ti.
Valentía tenemos todos! Así se encuentre muy pequeñita la tienes.
Te propongo que la utilices y me respondas las siguientes preguntas:
Si tuvieras que elegir en la vida
¿Te eligirias a ti mism@?
¿A qué o a quién le pones prioridad en tu vida?
¿Vale la pena tu día a día?
¿Sientes que debes cambiar algo?
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